Surrealismo Dalíniano 2030

La Agenda 2030: Un Compromiso Global por el Futuro

La Agenda 2030 parece ser un plan (quizás) demasiado ambicioso de acción que busca transformar el mundo en un lugar más sostenible, equitativo y próspero para todos. Vale, quizás no, seguro.

Adoptada por los Estados miembros de las Naciones Unidas en 2015 en Rio de Janeiro ✌esta iniciativa que ya podría decirse "mediativa" (quedan 5 añitos pelaos para terminar) se centra en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (conocidas como las ODSs) que abarcan desde la erradicación de la pobreza hasta la acción por el clima. 

Al empezar a leer los títulos de dichas ODSs mi cara fue cambiando desde "qué bien" hasta "WTF?". Qué quiero decir con esto: pues que suena entre broma y surrealismo Dalíniano...



Pero por suerte no solo se trata de objetivos: cada uno de estos objetivos cuenta con un total de 169 metas específicas, diseñadas para guiar a los países en su implementación y qué describen y argumentan profundamente cada uno de los objetivos. Los títulos de los objetivos, desde una opinión muy personal, parecen que fueron diseñados para ser más llamativos que explicativos. Ok! Vivimos el mundo del clickbait, la ONU no tiene porque quedarse atrás.



Entre surrealismo y anzuelos, detrás de esta noble intención se esconde una complejidad política de dimensiones impensables. La Agenda 2030 no es solo un compendio de buenas intenciones, es también un producto de negociaciones y compromisos entre diversas ideologías políticas.

En un mundo donde el populismo y las ideologías extremas han ganado terreno, la Agenda 2030 se presenta como un faro de esperanza. O no. Comentarios "random" en internet me llevaron desde argumentaciones tales como "la Agenda 2030 esconde una ideología Chavista" hasta "la Agenda 2030 sólo busca controlarnos". Volvemos a las ideas extremistas pero no es el momento de analizar dichas cuestiones, aún desconozco el tema en profundidad para ser capaz de crear una argumentación basada en datos reales. 

Desde mi lado más sentimental o empático con la parte del mundo más vulnerable me surge el miedo de que esta agenda se convierta en un mero documento en una estantería.

En conclusión, la Agenda 2030 representa un compromiso colectivo hacia un futuro mejor, pero su implementación requerirá un enfoque que trascienda las fronteras políticas y busque el bienestar común. Después de todo, el futuro del planeta está en nuestras manos, o esto me gustaría pensar aunque, sinceramente, no lo creo.

¿Están, quiénes quiere que sean, listos para asumir la responsabilidad?

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